La Ruta de la Moda Europea hasta Ecuador: de las pasarelas de París a los escaparates quiteños

Cada vez que una gran casa de moda europea presenta su colección en París, Milán o Londres, se activa una compleja red de distribución que conecta pasarelas, ferias, centros logísticos y retailers hasta llegar a mercados como el ecuatoriano. El viaje de un vestido de lujo o de una prenda de fast fashion no es lineal: atraviesa hubs internacionales, enfrenta retos logísticos y se adapta al poder adquisitivo y la cultura de cada país.

Moda europea llega al Ecuador

Estados Unidos: puerta de entrada y filtro global

Estados Unidos es el primer destino extracomunitario de la ropa española, consolidándose como mercado clave para las marcas europeas. Pero su rol va más allá de consumidor final: su infraestructura logística, extensa y costosa, convierte al país en un filtro estratégico. Importadores, agentes y distribuidores determinan qué colecciones se instalan en Nueva York, Miami o Los Ángeles antes de expandirse hacia el sur. Además, EE. UU. funciona como validador de tendencias: el éxito de marcas latinoamericanas como Havaianas, Totto o Studio F en este mercado ha permitido que luego sean reimportadas y legitimadas en otros países de la región.

México y Brasil: gigantes que marcan tendencia

México y Brasil concentran más del 60 % del PIB regional y la mitad de la población latinoamericana, lo que los convierte en la primera parada de la moda europea en la región. Ambos países cuentan con semanas de la moda consolidadas São Paulo Fashion Week y Mercedes-Benz Fashion Week México y con operadores logísticos especializados como Logisfashion, que abastecen tanto a marcas internacionales como nacionales.

México funciona como puerta de entrada al mercado norte y centroamericano, mientras que Brasil lidera en moda sostenible y de playa, con referentes como Havaianas o Cia Marítima. Aunque en el pasado se vieron como competidores, hoy su cooperación comercial fortalece su rol como hubs neurálgicos.

Panamá: el hub logístico regional

La posición geográfica de Panamá y su canal interoceánico lo convierten en un centro de redistribución crucial. Desde la Zona Libre de Colón y operadores como Logisfashion Panamá, la moda europea se mueve hacia Colombia, Ecuador, Centroamérica y el Caribe. El Canal de Panamá conecta las exportaciones europeas con los mercados latinoamericanos, garantizando rapidez en la rotación de inventarios, especialmente en el fast fashion.

Influencia de la Moda Latina

El reto logístico: velocidad y costos elevados

Distribuir moda en América Latina es caro, puesto que los costos logísticos oscilan entre el 18 % y el 35 % del valor del producto, frente al 8 % promedio de la OCDE. Esta brecha obliga a priorizar el transporte aéreo en colecciones de temporada corta, mientras que los artículos menos urgentes viajan en contenedores marítimos. Los operadores ofrecen servicios de valor añadido como picking por tienda y entregas bajo el incoterm DDP (Delivered Duty Paid), que facilitan la operación de retailers regionales.

Rutas comerciales clave de la moda

Según MasContainer y Demix Consulting, las rutas más relevantes incluyen:

Ruta Norte: México → Centroamérica → Colombia → Venezuela.

Ruta Andina: Colombia → Ecuador → Perú → Bolivia.

Ruta Atlántica: Brasil → Uruguay → Paraguay → norte de Argentina.

Ruta del Cono Sur: Chile → Argentina → Uruguay.

Estas rutas no sólo mueven materias primas e insumos industriales, sino también colecciones de moda europea en aviones y buques.

Mapa de la trazabilidad de la moda

Ecuador: destino final y adaptación cultural

En Ecuador, la moda europea arriba principalmente a través de importadores mayoristas y franquicias (Mango, Massimo Dutti, Bershka, Cortefiel, Adolfo Domínguez, entre otras). Tiendas por departamento y malls en Quito y Guayaquil concentran estas marcas. Paralelamente, cadenas nacionales como Etafashion reinterpretan las tendencias globales para ajustarlas al bolsillo local.

El mercado ecuatoriano enfrenta un poder adquisitivo limitado, debido al aumento del IVA al 15% en 2024 que redujo las ventas de moda en un 4% mensual, según encuestas de Ipsos, empujando a muchos consumidores hacia ofertas y moda más asequible. Sin embargo, las redes sociales e influencers han acortado los tiempos, una colección presentada en París puede estar inspirando a jóvenes quiteños a las pocas semanas.